MEDIDAS DRACONIANAS CONTRA LAS DROGAS

La estadística creciente de drogadictos y el crecimiento potencial de adictos estables y esporádicos es cruel, zahiriendo la condición humana, sobre todo en la juventud. Todo ello debe encontrar un origen y éste necesariamente reside en la formación humana, en la autovaloración de las fortalezas, en la aplicación de un sentido común sano, en la autoestima, en el amor al prójimo, en la conducción de las apetencias bajo un marco de sobriedad y recato, evitando los excesos y tentaciones, cuya aprehensión genera riqueza espiritual.

Indirectamente  y con una subconsciencia total se han señalado las causas, aunque tangenciales, del origen de la inclinación a las drogas y es este el derrotero que nos conduce a la formación del hombre causa y resultado de la realidad actual.

La necesidad impuesta por las exigencias del mundo actual, que no admiten rebelión o desacato, transmite directamente la obligatoriedad de iniciar la formación de los niños antes de lo que la usanza estipulaba, por el peligro inminente de las drogas, dedicando todo el tiempo a la educación con vocación y amor, para que se complemente plenamente el rol de padres asumido voluntariamente, pero una vez  en escena no admite reticencias, desmayos, debilidades o deserciones sino solo responsabilidad. Esta es la llave maestra para comprender la inmensurable tarea de la educación contra las drogas que se  acabará con la vida misma, porque se requiere desmenuzar y particularizar las diversas fases de la educación, sin pausa, con una entrega total a los hijos y   éstos a sus hijos, ya que para las drogas no se visualiza  ningún término  para su desaparición.

La inconsciente lejanía que asume el padre frente al binomio madre-hijo, motiva que actué erráticamente como víctima a la cual se le ha despojado de su rol, que es doble error, primero porque  la vida no puede continuar como antes, existe la presencia de un nuevo ser que demanda atención, cuidado, mimo, y amor, tanto despierto como dormido y segundo, la mujer no está dispuesta a renunciar a este continuo y maravilloso proceso de evolución del  bebé por complacer a su cónyuge, más aún, si biológicamente no está en su verdadera forma pues ha sufrido una transformación trascendental.

Con esa lejanía inconsciente del padre  y la dedicación plena de la madre al niño, comienzan los primeros desajustes  en lo tocante a requerimientos del niño; el percibe más a su madre cuando debería existir un equilibrio en esa influyente presencia.

Básicamente son estas fases de la vida de un  bebé hasta que se convierte en un niño y adolescente y la actuación correcta de los padres que determinan el futuro  comportamiento reciproco. Si hubo entrega y  dedicación plena a los roles desde el nacimiento surgirá incólume como consecuencia feliz, la apertura y la proclividad hacia el dialogo y la confianza mutua, que deber ser incesante por la necesidad de confrontación y percepción propia que experimenta el niño-adolescente  en sus continuas vivencias y observaciones, entonces, los padres habrán forjado un ser dispuesto al  diálogo, evitando así todo peligro de incursión de las drogas en su vida, ya que este incipiente ser humano estará equipado con conocimientos suficientes y contundentes, además de una formidable base moral y autoestima para rechazarlas por causa y efecto de padres responsables.

Dr. Raúl Pino-Ichazo Terrazas, es Abogado Corporativo, postgrados en Arbitraje y Conciliación, Interculturalidad y Educación Superior, Alta gerencia para abogados UCB-Harvard), Derecho  Aeronáutico, doctor honoris causa( IWA-Cambridge University, USA). autor del libro “ ADIOS A LAS DROGAS Y  A  LA ADICCION”, 2da, edición La Paz.